1/ LIMPIEZA DE COLORES

Paredes, blancas, suelo de parquet y sol de mediodía. No parece mala combinación, pero seguro que el sol va a incidir en el parquet. Y este va a reflejar tonos cálidos a las paredes.

Esto se llama contaminación cromática y es algo natural, pero que pude molestar (sobre todo en construcciones modernas). Ocurre en un sinfín de situaciones: azules de piscinas, verdes de césped o árboles… Incluso el color de la fachada del edificio de enfrente puede contaminar los colores del espacio que estamos fotografiando.

2/ MONTAJES COMPLEJOS

A menudo la fotografía de arquitectura es el resultado de la suma de múltiples tomas. Se trata de capturar todo el material necesario en el sitio, para luego juntar todas las partes interesantes en una sola imagen.

Esto nos permite corregir, añadir, ocultar y destacar todo aquello que sea relevante para el punto de vista en cuestión.

3/ TRÍPODE INVISIBLE

El trípode es de los mejores elementos que tengo en mi equipo para poder realizar los reportajes. Pero cuando toca fotografiar baños y espejos… ¡Se vuelve mi peor enemigo!

Gracias a las herramientas digitales y a la resolución del sensor de mi cámara, tengo información suficiente como para borrar este elemento. Dejando así una vista limpia y directa del ángulo de la toma.

4/ EXTERIORES VISIBLES

Las vistas, la orientación y el exterior son importantes.
No siempre es necesario mostrar al 100% de lo que hay detrás de las ventanas. Sobreexponer lijeramente los exteriores puede ser interesante. Pero sin llegar a perder información.

Mucho mejor tener los marcos de las ventanas/puertas como son. Sin perder definición visual y enseñando los exteriores, igual que lo aprecia el ojo humano.

5/ CAMBIO DE CIELOS

¿Conoces la ley de Murphy? Bien, pues siempre va a jugar en nuestra contra a la hora de hacer fotografías en exteriores.

Depender totalmente de la meteorología es algo que no me gusta. Por eso utilizo técnicas avanzadas para poder sustituir el cielo de una fotografía “meeh…” y convertirla en un una imagen mucho más agradable.
¿Siempre es necesario hacer este cambio? No. A veces el cielo acompaña. Pero nunca está de más saber que existe la posibilidad de potenciar el “mood” de la foto con este sutil arreglo.

6/ SIN DISTRACCIONES

Mi mantra es entregarte una fotografía fácil de leer. Ya sea en exteriores o interiores, muchas veces toca eliminar y disimular elementos que distraen el ojo del espectador.

Parece mentida lo que se puede lograr eliminando señales de tránsito, farolas, sustituyendo un asfalto viejo por uno nuevo. O borrando elementos no deseados dentro de una habitación.
Se trata de pulir detalles que van a ayudar y mejorar la visualización de la foto.

7/ SIN REFLEJOS NO DESEADOS

Disparar una foto apuntando hacia el sol tiene un problema: se cuelan reflejos no deseados.

Este efecto se llama “flare” y afecta directamente a la calidad de la imagen para mal.

¿Se puede tener fotografiar apuntando al sol y tener un buen resultado? Sí, sabiendo como evitarlo a la hora de la toma y sabiendo cómo hacer la postproducción de esa toma.

8/ AÑADIENDO PERSONAS

El valor de añadir personas a las fotografías es incalculable.

Ya sea por la información que aporta en relación con la proporción del sitio, o por el factor de calidez humana que aportan al espacio.

Disparar fotografías en un sitio con mucho flujo de gente hace que este factor se complique. Pero con una buena edición digital y un montaje adecuado, todo es posible.